miércoles, 23 de noviembre de 2016

"El placer de la lectura", comentario

Imagen

Efectivamente vivimos, en nuestros días, una cultura donde predomina la "tiranía del placer" que absoluta, vuelve dependiente y frena el desarrollo de las sociedades y de los seres humanos.
          Según el análisis que hace Héctor Guillermo Alfaro en su ensayo titulado "El placer de la lectura", esta tendencia pretende distorsionar el verdadero sentido del placer de la lectura y viene de nuestro sistema económico: el capitalismo que, de acuerdo a George Monbiot es el resultado de un monstruo que "reina sin nombre": la ideología neoliberal. Extraña, según afirma el autor, ya que "es una doctrina que promete libertad y la posibilidad de elegir [pero tiene] que ser promovida con el eslogan <<no hay otra alternativa>>".

Imagen
Reina sin nombre porque parece ser que nadie la conoce pero reina, a ciencia cierta, donde vivimos, nos movemos y existimos. La gente, incluso aquella que desea pensar de sí como "muy docta", ignora los alcances de este monstruo que vacía por completo al hombre y lo deja carente de sentido propio, sin saber de dónde viene o hacia a dónde va.
          Esta amenaza, que según Alfaro, atenta contra el campo de la lectua (y por ende, de la escritura) es el gran reto de nuestro tiempo, de los humanistas del ya comenzado siglo XXI: sensibilizar a las nuevas generaciones para no dejarse envolver o tragar por la ideología neoliberal y de la praxis capitalista: consumir para obtener placer y hacer de éste el único fin de lo que hacemos. En otras palabras, la lucha está en no mantener viva la distorsión de la "tiranía del placer" sino restaurarlo, releer este concepto para poder reorientar la vida.

Imagen

Un primer paso podría ser abrir los sentidos a la sensibilidad que esto nos demanda en primera instancia, es decir, la apertura a conocer "algo diferente" lo cual es, en verdad, el hilo negro de la lectura: las epifanías de las que nos habla Alfaro. Esa sensación de sentirse identificado con lo que el autor, de cierta obra conocida, afirma o relata. Ese placer indescriptible que hace vibrar las fibras más íntimas cuando se logra descifrar el código oculto de un texto, comprender una explicación o hallar el sentido de lo que reside detrás de las imágenes que éste transmite.
          Lo anterior se logra, según Alfaro, cuando los esquemas mentales del lector y del autor se unen, esto es, las experiencias de vida y los conocimientos adquiridos. Logro, privilegio, regalo, don y recompensa de la persona real, de carne y hueso, que, preocupada por su formación humana y hambrienta de sentido, procura cultivar en su vida el sentido auténtico del placer de la lectura: profundizar y ampliar el panorama de los alcances del ser humano y, así mismo, identificar sus limitantes y luchas inevitables.

Imagen

No hay duda de que nuestro gran reto, como humanistas hoy, es sensibilizar generaciones. Procurar mantener viva la llama del amor por el hombre así como la mirada abierta para los retos y dificultades que los años venideros nos aguardan. Pero, todo esto, esperanzados en que, como dijo un profesor, "podrá dejar de haber poetas, pero no poesía"...



Referencias:


Imagen


2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderBorrar
  2. Placer de la lectura... ¡Cuidado con el placer!
    Creo que todos vivimos por aquello que nos apasiona, si, aquello que nos brinda se placer de ser quien somos y como somos, y en mi caso, empecé a leer por placer, y espero que vos, también, y si es así, sabes que leer es un gran compromiso contigo mismo al agarrar siquiera el libro, sabes que pasaras ratos asombrosos y ratos de penumbra, pero eso es precisamente lo que uno necesita, necesitamos saber que no tenemos el control de lo que ya esta escrito, o en mi caso, eso me encanta.

    Dejando de lado mi explicites del porque me gusta leer, y hablando sobe el ensayo leído y analizado en clase; si, estoy de acuerdo, el placer es peligroso y por ende, siempre distorsionado por otros aspectos a mi punto de vista banales, y sin sentido, pero ¿y qué?, así somos los seres humanos, vemos algo lindo y lo queremos arruinar, a pesar de ello, me gusta admirar a aquellas personas que leen por placer y puro placer de leer sin tomar en cuenta, lo económico, social, y demás, dejando el mundo literario como el mayor logro hermoso de esta vida.

    También pienso que en ocasiones hay mas poetas que poesía y más en tiempos como estos.

    Saludos

    ResponderBorrar