jueves, 22 de marzo de 2018

La caída


Resultado de imagen para templo derrumbado


Lo edificado en años anteriores
hoy está caído,
hoy ha sido destruido...

por un momento,
por una noticia,
por una partida,
por un regreso...

Por un inesperado retorno
tras una anunciada partida.

Y sirvan estas líneas de testimonio
a mi puta vida,
a mi miserable existencia,
a mi triste existencia fracasada.

jm

jueves, 15 de marzo de 2018

Yo sólo juego a ser un genio


Imagen relacionada

Yo sólo juego a ser un genio
aunque sé que no lo soy,

aunque sé que hay muchos otros
mucho más brillantes que yo...

Yo sólo juego a ser un genio,
aunque sé que no lo soy...

jm

jueves, 8 de marzo de 2018

Don Juan Tenorio

Imagen relacionada

"Por doquiera que voy, va el escándalo conmigo" (p. 27). Así es don Juan Tenorio. ¡Qué imagen la de nuestro personaje! Déspota, creído, altanero, sin vergüenza, jugador, asesino, ambicioso... Cuántos Juanes Tenorios existen hoy, es más, ¿acaso no llevamos todos un Juan dentro? ¿Qué hemos hecho para merecer tanto amor y misericordia de Dios? ¿No nos hemos visto alguna vez al espejo y visto nada más y nada menos que a don Juan? En mi humilde opinión, todos debemos ver en nosotros a este Tenorio.
     Quizá no todos hemos cometido ultrajes como nuestro protagonista, pero de otras formas seguramente sí. Don Juan representa lo peor que el hombre, usando todas sus cualidades, puede hacer: engañar, robar, apostar, violar, chantajear sin remordimiento alguno de conciencia, sino todo lo contrario: alardear de la compañía diabólica: "-¿Estáis solo?- -Con el diablo- -¡Vaya! sois un diablillo!- -Que te llenará el bolsillo si le sirves-"
     ¿Qué es lo único que puede salvar a un hombre, que viviendo toda su vida en el pecado y teniendo el corazón endurecido como piedra, se encuentra en el umbral de la vida? El amor: "A Dios mi alma ofrecí en precio de tu alma pura y Dios dijo: Espera a don Juan en tu misma sepultura" (p. 135).
     Estoy convencido de que José Zorrilla quiere transmitir a través de los personajes de su obra, no sólo eventos y sentimientos reales sino también una exhortación sutil a escuchar y meditar los acontecimientos que ocurren en nuestras propias vidas; nos exhorta a no perder la esperanza en la conversión.
     "Medita con cordura tu dormida conciencia, la voz que va a alzarse escucha" (p. 136). Increíble me pareció que, aún viendo sombras y estatuas vivientes, crea que aquello es pura fantasía: "Delirio fue. Yo en mi mente la forjé; la imaginación le dio la forma en que se mostró" (p. 136).
      Casi al final de la obra, don Juan dice un discurso de arrepentimiento y conversión inigualable que resulta fascinante por no decir casi irreal o increíble, pero que, sin lugar a dudas, puede ocurrir y, de hecho, ocurre: "delirio insano me enajenó la mente acalorada. Necesitaba víctimas y al verlos les hice allí presa de mi locura" (p. 160), "¡Oh!, arrebatado el corazón me siento por vértigo infernal, mi alma perdida va cruzando el desierto de la vida cual hoja seca que arrebata el viento" (p. 160).
     ¡No perdamos tiempo! podría ser mi último comentario. Que la muerte no sorprenda alguien con muchos insanos años encima sin auténtica conversión. Por otra parte, que nadie espere hasta el anochecer de la vida para buscar el perdón.
     "Si piadoso busca tal vez mi corazón el cielo, que le busque más franco y generoso" (p. 161).

jm (2014)

Referencia: Don Juan Tenorio. José Zorrilla. Espasa. Madrid.

jueves, 1 de marzo de 2018

Metamorfosis


Resultado de imagen para metamorfosis


Considero esta obra como una manifestación del sufrimiento humano; una crítica fuerte a la familia y el trabajo, que oprime al ser humano y lo pone por debajo de la productividad: vales conforme produces. Además, apunta a la gran crisis personal y comunitaria de personalidad sabida como única e irrepetible.
     Actualmente, muchos jóvenes no saben qué carrera universitaria elegir. Algunas de las preguntas que rondan sus mentes son: ¿cuánto se gana?, ¿se sale mucho?, ¿qué tan demandado es? Pero no existen, en el sistema de preguntas, algunas como: ¿qué me hace más feliz?, ¿dónde puedo servir mejor?, ¿dónde encuentro significado verdadero a mi vida? El resultado lamentablemente es el de Samsa: "¡Ay, Dios mío, qué agotadora me resulta la profesión que elegí!" (p. 12).
     Gregorio proyecta su seguridad y amor que recibe al escuchar la voz de su madre: "¡qué dulce voz!" (p. 14). En verdad, que en la vida del ser humano necesitamos siempre de una mano amiga y ¡bendito sea Dios siempre nos la envía!, mi sorpresa fue grande que a pesar de este cariño entrañable hacia su madre, no fue ella quien lo atendió en los momentos difíciles, sino su hermana: "jamás hubiera supuesto lo que la bondad de la hermana le reservaba" (p. 34).
     Cuando, desafortunadamente, la vida ha tratado mal a alguien y este alguien no ha visto la luz en mucho tiempo, se vuelve dura, y en estos momentos es bueno preguntarse: ¿acaso tendré yo ahora menos sensibilidad que antes?" (p. 35).
     "-Adelante, Gregorio! Sí, debían haberle gritado: ¡Siempre adelante!" (p. 24). Esto es algo que todos necesitamos, el soporte de aquellos que nos aman, lamentablemente, con en el caso de Samsa, muchos padres se dan cuenta tarde y muchos hijos se endurecen tanto que terminan por negarlo, "como a veces ocurre en las asas donde está sucediendo una desgracia" (p. 23).
     Es una crítica fuerte, la que Franz Kafka proyecta a través de sus personajes, al sistema capitalista, que sólo piensa en producir más gastando menos y exprimiendo al máximo el potencial y el capital humano, "los comerciantes debemos anteponer todo a los negocios" (p. 20).
     Finalmente, podemos concluir diciendo que esta obra de Kafka, además de ser una crítica y una proyección de la propia vida, podríamos asimilarla para valorar nuestra realidad personal y comunitaria, "pensar con serenidad antes que tomar decisiones descabelladas" (p. 17).

jm (2014)

Referencia: La metamorfosis y carta al padre. Franz Kafka. Editores mexianos unidos. México, D.F.