
Me ha parecido una obra extraordinaria que, entre luces y sombras, narra la historia de una joven mexicana de principios del siglo XX.
Es estupenda la forma de describir el ambiente de la ciudad y del burdel; el simbolismo, en toda la obra, lo considero fascinante.
¿Qué es lo que puede salvar a una persona de una terrible crisis, o cómo en este caso, al menos, iluminar un poco el contexto? Santa nos responde a través del narrador: "el abyecto cuarto en tinieblas se inundó de la luz de sus recuerdos" (p. 21).
Hay quienes afirman que el juego es el mismo a pesar de los años; que los únicos que cambian son los jugadores [refiriéndose a la vida misma], ¿será cierto?, "acaeció lo que acaece siempre que una mujer se ha entregado por amor y un tunante la ha seducido por vicio; las recriminaciones nacen enclenques, el seductor triunfa, vuelve a jugar, a prometer" (p. 32).
El autor, en la obra, manera la personalidad de la protagonista de manera estupenda, porque proyecta los sentimientos y las razones de actuar de ella, "¡cómo lloró!, por su corazón y su cuerpo bárbaremente destrozados, por el ingrato que se escapa... " (p. 33).
Una madre es una madre y a pesar de que el narrador afirma que la repudiaba (p. 34) no deja de ser su madre, por eso la ama, la perdona, antes de morir.
Hipólito, por su parte, es un personaje interesantísimo: su ceguera, sus actitudes,su forma de proceder, definitivamente el autor nos proyecta mucho desde este personaje porque hace posible sufrir con él, desesperarse con él, cuestionar la realidad tal como se la cuestionaba o la pudo cuestionar.
Todo en Hipólito nos habla de símbolos, su ceguera en medio de un lugar destinado a la lascivia humana. Su amor, profundo y sincero hacia alguien que no puede ver, lo que hace su amor más auténtico. Su propia historia, triste y llena de dolor nos enseña algo increíble, "¡el que de veras ama, nunca se cansa de aguardar!" (p. 40).
"En la iglesia cabemos todos, más los que somos malos" (p. 59). Esto es una máxima en la vida de los cristianos; leyendo la obra, me desespera pensar: ¿dónde estaba el sacerdote cuando esas personas, en voz del sacristán, echan a Santa de la iglesia?
Sin lugar a dudas, esta obra se puede actualizar bastante, o ¿es que no hay mujeres que están "habituadas a triunfar con su carne de deleite y de pecado"? (p. 123), esto hasta estar al borde la muerte donde "el sufrimiento, el amor y la muerte purifican" (p. 146).
jm (2014)
Referencia: Santa. Federico Gamboa. Época. Ciudad de México.